En Estados Unidos y Europa han levantado la alerta por la escasez de algunos productos como garbanzos, trigos, azúcar, productos enlatados y carne de pollo.
El mundo aún está intentando volver lentamente a una normalidad previa a la pandemia, pero lo cierto es que aún es imposible: la industria de alimentos no cuenta con el personal suficiente para hacerse cargo de la alta demanda y no han logrado ponerse al día.
Si bien no es una situación global generalizada, sí hay sectores que notan tensión a la hora de abastecerse. Razón por la cual Mcdonald’s en países como España y Japón en los últimos meses han tenido que recurrir a ocultar los nuggets de sus menús y subir sus precios.
A la escasez de mano de obra se suman problemas logísticos en la cadena de suministro, desde los fabricantes hasta las tiendas, donde existe una tardanza en el manejo de los productos. ¿El problema? Esto significa que muchos alimentos perecibles, por su corta vida útil, deben ser desechados.
La tardanza en la distribución de los productos es un problema macro de la industria. En BeeTechnology entendemos que darle más tiempo al alimento para ser transportado, ayuda profundamente a la cadena productiva, porque no solo evita pérdidas millonarias, sino que también esquiva problemas de abastecimiento como los que estamos viendo.
Con la tecnología de protección alimentaria, podemos aumentar la vida útil de los productos y mantener su estándar de calidad, logrando que lleguen al consumidor en buen estado, y lo mejor, es que es en base a una producción orgánica y natural, eliminando el uso de antibióticos de los alimentos y obteniendo resultados incluso mejores.
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