La vida útil de un alimento es el periodo de tiempo en el que, con circunstancias definidas, el producto mantiene unos parámetros de calidad específicos. Pasado este tiempo, el alimento no puede ser consumido, porque podría tener consecuencias negativas en la salud.
Este concepto de calidad engloba diferentes aspectos como sabor, olor, índices nutricionales e higiénico-sanitarios, los que están relacionados de forma directa con el nivel de seguridad alimentaria.
Hay muchos factores que pueden afectar la duración de la vida útil de un alimento, por ejemplo: el tipo de materia prima, la formulación del producto, el proceso aplicado, las condiciones sanitarias del proceso, envasado, almacenamiento, distribución y las prácticas de los consumidores.
Hoy en día, el 20% de los alimentos de origen natural en EEUU no pasan esta barra y terminan en la basura, gran parte de ellos incluso antes de ser vendidos.
Esta situación se enfrenta a la creciente demanda de los consumidores de alimentos orgánicos y naturales. Es decir, la solución no puede ser incrementar la cantidad de químicos en su producción, porque no es lo que el mercado está demandando.
¿Cómo podemos garantizar la seguridad alimentaria respetando la demanda de productos orgánicos de los consumidores?
En BeeTechnology tenemos la solución: creamos un aditivo alimentario que funciona como antibacteriano a base de proteínas, por lo tanto no deja residuos en la comida. Se puede implementar como un agregado en el alimento de los animales y/o en el mismo packaging dentro del proceso de producción.
De esta manera, logramos aumentar la vida útil de los alimentos, proteger su nivel de calidad y características en base a una producción mucho más natural.
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