Durante mayo el Servicio Nacional de Pesca y Agricultura (Sernapesca) dio a conocer el Informe sobre el uso de Antimicrobianos en la Salmonicultura Nacional del año 2021, donde se registraron 470 gramos de antibióticos por tonelada cosechada, lo que significa un aumento de 34% del periodo anterior.
Previo a estos resultados, el uso de antibióticos venía mostrando una baja sostenida desde 2015, donde se observaban 630 gramos por tonelada: entre 2018 y 2020, los informes del Sernapesca mostraron niveles similares, del orden de 340 y 350 gramos por toneladas.
En 2021, el 54,34% de los antibióticos aplicados en la engorda de mar corresponden a la Región de Aysén, un 43,66% a Los Lagos y un 1,87% a Magallanes.
Según lo reportado por el Diario Financiero, Marcela Lara, subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, atribuyó el alza a “el uso de antimicrobianos en la etapa de engorda en mar en las regiones de Aysén y Los Lagos, principalmente para el tratamiento de Piscirickettsiosis (enfermedad bacteriana con alta tasa de mortalidad en este tipo de peces y abreviada como SRS) en el salmón del Atlántico”.
Además hizo un llamado a la industria a “ir más allá de la norma y fortalecer proactivamente su estrategia preventiva para el control de las enfermedades infecciosas, y así robustecer el sistema de detección temprana y control oportuno que permitan retomar la reducción sostenida en el uso de antimicrobianos registrada desde el 2015”.
Desde lado de los gremios empresariales, en SalmonChile le aseguró al Diario Financiero estar comprometidos con la disminución en el uso de antibióticos, señalando que, durante años, su utilización “ha disminuido drásticamente y por ello podemos afirmar que el aumento en el uso de estas medicinas durante 2021 es una excepción al trabajo que hemos venido haciendo y que se debe, principalmente, a los efectos de la pandemia y otros efectos ambientales”.
Por otro lado, también en conversación con el Diario Financiero, la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Joanna Davidovich, argumentó que en Chile, la SRS es la causa de más del 95% de la aplicación de estas medicinas, “a diferencia del hemisferio norte, donde las enfermedades son mayoritariamente virales y no se tratan con antibióticos, en Chile existen condiciones oceanográficas y biológicas que favorecen el SRS, el que se controla con distintas medidas preventivas, siendo la última instancia de control el uso de antibióticos”.
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