La carne es un ingrediente importante en la alimentación de las personas, ya que tiene un alto nivel de proteínas de valor biológico, que le entregan una riqueza nutritiva a nuestra dieta.
Pero a la vez, la carne es uno de los alimentos con mayor nivel de perecibilidad, debido a su alto contenido en agua, composición y pH, lo que favorece la alteración y contaminación microbiana, pudiendo constituir un riesgo para la salud.
La carne puede contaminarse con agentes físicos, químicos o biológicos en cualquier punto de la cadena alimentaria, por lo que deben establecerse controles a lo lago de todo el proceso. Las alteraciones más frecuentes son: enranciamiento, enmohecimiento, putrefacción y coloraciones anormales.
¿Cuáles son los peligros más importantes?
Químicos:
– Medicamentos veterinarios (antimicrobianos, antiparasitarios, etc.).
– Hormonas y promotores de las producciones.
– Contaminantes ambientales: dioxinas, insecticidas, plaguicidas, etc.
Biológicos:
– Parásitos: triquinas, cisticercos, toxoplasmas, etc.
– Microorganismos: Salmonella, Campilobacter, Listeria, E. Coli, etc.
– Priones: enfermedad de las vacas locas.
En BeeTechnology desarrollamos una línea de biosanitizantes que tiene el potencial de revolucionar la forma en que se mantiene la calidad de la comida, alargando su vida útil de forma significativa, al matar e inhibir el crecimiento de bacterias contaminantes.
¿Qué resultados hemos visto?
Al aplicar nuestro producto en carne, observamos un mejor desempeño que otros ácidos orgánicos, aumentando en 6 días la vida útil del alimento, y controlando la presencia de Salmonella y E. coli.
Se implementa en las instalaciones de producción y distribución de alimentos en formato líquido (rocío) o sólido (polvo) y está hecho en base a biotecnología orgánica, ya que usamos péptidos naturales y biodegradables que mantienen el sello orgánico y logran una producción sostenible.
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